Tener un abogado cuando se trata de repartir una herencia puede ser muy conveniente, y en algunos casos prácticamente imprescindible, dependiendo de la complejidad del caso. No es obligatorio, pero aquí te explico cuándo sí es buena idea contar con uno y por qué.
¿Cuándo es recomendable contratar un abogado en temas de herencia?
Sí conviene un abogado si…
No estás seguro de aceptar o renunciar a la herencia
Si hay posibles deudas ocultas
Si estás valorando aceptar “a beneficio de inventario”
Hay conflictos entre herederos
Disputas por el reparto de bienes
Herederos que no quieren firmar
Desacuerdo con la valoración del patrimonio
Hay bienes complicados
Empresas, participaciones, acciones
Propiedades en distintas provincias o en el extranjero
Bienes con cargas, embargos, hipotecas
Quieres desheredar a alguien o has sido desheredado
En ambos casos necesitas defensa jurídica sólida
Quieres optimizar fiscalmente la herencia
Planificación del Impuesto de Sucesiones
Bonificaciones por comunidad autónoma
Donaciones vs herencia
El testamento es poco claro, antiguo o inexistente
Interpretar cláusulas dudosas
Gestionar la sucesión intestada
¿Y cuándo no hace falta?
Si es una herencia sencilla: pocos herederos, sin deudas, testamento claro, y buena relación entre los herederos.
Si todos están de acuerdo y vais a un notario para hacer la adjudicación sin conflicto.
¿Qué puede hacer un abogado por ti?
Revisar el testamento o la declaración de herederos
Investigar deudas y patrimonio
Redactar documentos (aceptación, partición, renuncia…)
Representarte ante notarios, bancos, Hacienda
Defenderte si hay impugnaciones o demandas
Negociar entre herederos para evitar juicios
Optimizar el pago de impuestos
Consejo
Si hay más de un heredero, podéis incluso contratar un abogado común si hay buen entendimiento. Pero si hay conflicto, cada heredero debe tener su propio abogado para evitar intereses cruzados.